LA UNIÓ de Llauradors prevé un descenso medio de cosecha de almendra del 50% que mermarán los ingresos directos en más de 17 millones de euros
Plantea ayudas directas ante una situación excepcional y también una valorización de la cáscara
Las estimaciones de LA UNIÓ de Llauradors prevén un descenso en la cosecha de almendras superior al 50% en el conjunto de la Comunitat Valenciana, aunque en la provincia de Alicante o en la de Valencia se situará muy próximo al 60%. Esta bajada productiva sigue los pasos de la producción estatal que podría bajar de media un 70%.
Esta drástica reducción de la cosecha se acumula a la registrada ya en la pasada campaña. Las heladas ocasionadas por la borrasca Ciril en abril que afectaron a las principales zonas de producción, unido al impacto de la sequía, las lluvias previas y la falta de horas de sol provocan esa importante disminución y una merma de las rentas para el agricultor profesional. En este sentido, LA UNIÓ calcula que los productores valencianos dejarán de ingresar una cantidad que supere los 17 millones de euros.
Pese a una reducción de cosecha de esa magnitud las cotizaciones no responden. El precio medio que percibe un productor valenciano de almendra durante esta campaña -semana 35- es ligeramente inferior al precio percibido la misma semana de la campaña pasada. El responsable de frutos secos de LA UNIÓ, Ricardo Beltrán, no encuentra ninguna explicación comercial para esta situación, pero resalta la evidencia de lo que la organización viene denunciando hace tiempo como es la gran especulación que llevan a cabo algunos agentes que intervienen en la cadena alimentaria.
Ante este escenario, desde LA UNIÓ se insiste en la demanda de ayudas directas para aquellos productores en zonas de cultivo tradicional, unos apoyos cifrados en 125 €/ha. y que servirían para retornar a las ayudas que ya tenía el sector en la anterior PAC y que están todavía configuradas para tal fin. Igualmente, reitera la necesidad de adaptar las pólizas de seguros agrarios a las particularidades del sector. “Reclamamos ayudas excepcionales ante un desastre climático, igualmente excepcional”, señala Beltrán.
LA UNIÓ plantea así mismo que el productor sea también retribuido con un porcentaje de entre el 30% y el 40 % de los ingresos que genera para los operadores comerciales la cáscara del fruto, muy utilizada para la elaboración de pellets con destino a la combustión en calefacciones. De ese modo, y teniendo en cuenta que las cotizaciones oficiales de Conselleria de Agricultura de este comienzo de campaña se sitúan en torno a 3,66 – 3,76 €/kg, los ingresos de los productores se verían incrementados en torno a 2 €/kg más, permitiendo obtener una rentabilidad mínima durante esta campaña.
“Con esta solución se podría mantener la rentabilidad en las explotaciones de almendro tradicional. El esfuerzo del comprador del grano retribuyendo al productor por un residuo al que le saca una importante rentabilidad permitiría sostener mínimamente a un sector que se ha vuelto a ver afectado por circunstancias climatológicas extremas y por el incremento desmesurado de los costes de producción”, comenta Ricardo Beltrán ante la importancia de implementar medidas que favorezcan la economía circular en el sector agrario.